Y Merche Pérez cogió su guitarra, movió el traste mientras sus dedos acariciaban las cuerdas buscando el afine para la melodía que armonizaba en su cabeza y cuando consideró que el tacto de la vibración se ajustaba a su percepción puso voz a la emoción: "hablando la gente se entiende, la gente se entiende hablando".Rose Avalón esperó su momento en la canción y cuando la nota esperada fue tocada, tomó aire, arqueó levemente la cabeza, cerró los ojos (la visualización interior es una de sus técnicas personales de concentración) y su voz vibró: "con la fuerza de razón y no imponiendo silencios..."
Joan Marimón, a todo esto, se tocaba la barbilla pensando que en cine se puede lograr un momento espectacular tanto poniendo cámara a una recreación digital como dejando que simplemente capte una emoción natural.
Si es cierto que hablando la gente se entiende,
cantado se entiende ciertamente.













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