martes, 29 de noviembre de 2016

LA CONVERSACIÓN (The Conversation, 1974)

Guión y dirección: Francis Ford Coppola

Montaje: Walter Murch y Richard Chew

Música: David Shire

Argumento:
Harry Caul y su equipo de espías graban a una joven pareja en una plaza. Al limpiar la cinta y escucharla repetidas veces, Harry se da cuenta de que la pareja puede estar en peligro de muerte. Harry se niega a entregar la cinta a la corporación que le había encargado el trabajo. Pero se la roban. Acude al hotel citado en la grabación y oye gritos sin poder intervenir. Poco después, entiende que el director de la corporación ha sido asesinado y la joven pareja no es víctima sino verdugo. Harry es espiado en su propia casa como amenaza para que se mantenga en silencio.

Acto I (38 minutos):
Harry Caul y su equipo graban a una joven pareja. Harry no entrega las cintas a su cliente y percibe que la pareja puede estar en peligro de muerte.

Acto II (43 minutos):
Harry es considerado como una personalidad notable en una convención de seguridad. En la fiesta posterior, una mujer coquetea con él y tras un episodio sexual la cinta desaparece. Está en poder de la corporación que se la había encargado.

Acto III (26 minutos):
Harry entiende que la joven pareja era verdugo y no víctima. Harry es espiado en su propia casa.

El argumento de “La conversación” es deudor del de “Blow up” (1966) de Miquelangelo Antonioni (que adapta un cuento de Julio Cortázar) pero mientras que el film del director italiano se centra en las ampliaciones de imágenes fotográficas el de Coppola se orienta hacia el sonido.

El protagonista de “La Conversación”, Harry Caul, es un personaje solitario, asocial, obsesivo, temeroso, con complejo de culpa, a la vez perfeccionista y una autoridad respetada en su trabajo. “Invasor de la privacidad”, según se lee en el póster. Especialista en violar la intimidad de otros y al mismo tiempo afectado de paranoia por ser espiado. Una paranoia que se acaba revelando como justificada cuando se convierte en el desenlace en el espía espiado, vencido por el poder, la corporación para la que había trabajado.

Al menos una de las secuencias de este film forma parte de la antología del audiovisual, el clímax del primer acto (minutos 32 a 38), en el que Harry, tras discutir con su ayudante Stan, logra limpiar de ruido una frase que permanecía inaccesible: “He’d kill us if he got the chance” (Nos mataría si tuviera oportunidad). En esta secuencia se mezclan las imágenes como flash-backs de la joven pareja espiada en la secuencia inicial, con la actividad del espía –prácticamente un montador de sonido- y con la discusión que este mantiene con el ayudante. La parte final de la secuencia, la limpieza del ruido hasta que surge la frase, lanza al protagonista a contradecir lo que había dicho en su discusión previa con el ayudante, en donde había afirmado categóricamente que no le concierne la naturaleza humana, ya que desde ese instante intentará salvar la vida de las personas a las que ha espiado, enfrentándose a sus poderosos clientes.

La primera de las secuencias es fuente de información para el resto del film. Las frases banales de la pareja al pasear (“pienso en que tuvo un padre y una madre y ahora está abandonado en un banco del parque”, “ríete”, “quedémonos un rato más”, “¿estás cansado de mí?”, “te amo”) se cargan de sentido al repetirse en distintos ambientes, por ejemplo en la depresiva secuencia de sexo (minutos 71 a 76) entre Harry y la azafata Meredith que se lleva a cabo mientras se oye la conversación. Cada una de las frases (“tuvo un padre y una madre y ahora está abandonado”, “te amo”) encuentra su lugar en esta nueva situación, en un posible ejemplo de eficacia del contrapunto sonoro.

La secuencia final, con Harry destrozando su propio hogar para descubrir el micrófono con el que ha sido espiado, haciendo pedazos incluso una figura de la virgen –él que ha sido retratado como católico practicante- y fracasando en su empeño, contribuye a crear empatía con el protagonista, finalmente un desvalido trágico y vencido. En las imágenes finales, Harry toca el saxo mientras en el audio la música diegética se mezcla con la banda sonora extradiegética de piano solo.

Film sobre la ambigüedad del mensaje. Sobre la imposibilidad de vencer al poder. Sobre la indefensión. Reflexión sobre el derecho a la intimidad. Retrato de personaje en un film encuadrable en el género thriller.

En el esquema adjunto se especifican los diálogos del largometraje, en PS (plano secuencia) o en C (convención de plano-contraplano respetando el eje y en planos correspondientes). Es significativo comprobar que en el tercer acto apenas hay diálogo. Los últimos 20 minutos del film carecen casi por completo de él. En rojo se marcan los tiempos de música extradiegética, fundamentalmente dos temas de piano.

Diagrama en grande


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