Los hechos...
Un amigo, tal vez una amiga, a quien llamaremos la persona, nos llama con gran preocupación el sábado 12 de enero. Nos dice que ha entrado en el EMULE (ese conocido programa con el que el usuario se baja películas de estreno), para poder visionar –por segunda vez, puesto que asistió al Renoir Les Corts- la película. Clicó el título y aparecieron 23 archivos. Descargó el primero de ellos, cuyo nombre era y sigue siendo:
"Pactar con el gato –spanish-.mpg".
De toda la lista, era el archivo con más descargas: 34.
Para su enorme y desagradable sorpresa, el archivo contenía unas 100.000 fotografías de pornografía infantil.
Nos disponemos a llamar a la policía pero nos ponemos antes en contacto con el asesor de propiedad intelectual de la SGAE (Sociedad General de Autores de España) que nos dice que es un caso gravísimo y que es URGENTÍSIMO que lo denunciemos. No obstante, la persona quiere permanecer en el anonimato, puesto que es consciente de que al bajarse ha realizado un acto ilegal de piratería.
El lunes 14 en el despacho de investigación de los Mossos d’Esquadra dos amables mossos me dicen que quien debe denunciar es la persona, a ser posible aportando pruebas, por varias razones, la más importante de las cuales es la siguiente: la división que investiga este tipo de delitos podría llegar hasta la persona, que debería demostrar que ha llegado hasta las fotos no de forma intencionada sino por accidente. Que la persona no tema represalias porque si la policía atacara a los denunciantes en poco tiempo desaparecían los denunciantes. Nos ponemos en contacto con la persona, que por su parte ha buscado consejo, y no hay problema: está dispuesta a denunciar.
Se realiza una denuncia conjunta. El atestado dura horas, puesto que se trata de agotar todas las posibilidades, de buscar todas las hipótesis y de redactar un informe al departamento de investigación, que igualmente se pondrá en contacto con nosotros dentro de poco.
Hay unas cuantas preguntas a responder pero una de ellas es obvia: ¿por qué los responsables de las fotos han escogido un título de película para el archivo?. Por minoritario que sea el film, era cuestión de tiempo que los productores o los curiosos llegaran al archivo y lo denunciaran, tal como ha ocurrido.
Constatamos el hecho de que entre los otros 22 archivos que aparecen en el Emule con el título de la película, de muy diferentes tamaños, medidas y duraciones, y en los que hay desde fotos hasta, tal vez, los clips del YouTUBE o el tráiler, al menos uno de ellos puede contener una copia verdadera de nuestra película.
Es decir, que se abre otro frente: ¿quién, cuándo y dónde nos ha pirateado el film?, ¿cuál es la versión que circula por ahí?.
El caso continúa abierto. Si tenemos más información relevante, la pondremos a disposición.
Si se os ocurre alguna respuesta, la podéis comentar.
miércoles, 16 de enero de 2008
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1 comentario:
de fet, és molt normal baixar-te qualsevol cosa de la mula i que després resulti ser-ne una altra. Hi ha gent a qui li fa gràcia canviar el nom de les coses.
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