Pactogaters: Mario Torrecillas

		Ficha película: Figurante con frase en la kafeta del KOP: "¿Puedo, colega?", le dice a David, que le entrega un cenicero. Ha visto la película en el estreno no oficial del KOP y en el estreno oficial en el Renoir Les Corts. Promotor e ideólogo de promoción para nuestra película sin dinero para la promoción. Buscador de azoteas para la película. Una de las más extraordinarias, parecida a las pistas de Nazca, ruinosa y con pintadas de frases obscenas escritas en grande en el suelo, que al final no pudo aparecer, nos la descubrió él. Tiene una gata, Lyla, que le pisa el teclado cuando escribe. Su vinculación con el Prat viene de una época gloriosa que desvelaremos más abajo. Su clip predilecto es el 16, que para él es como "el paseo de un gato por el barrio de Gracia". Hay gente que te puede sorprender y gente prodigiosa. Mario Torrecillas está en un nivel más alto: es la persona a quien piden consejo los genios de las lámparas. Lúcido como un auténtico loco, el sentido común ha brotado por su pluma en su época de columnista de culto de un conocido periódico, de donde le echaron por decir demasiadas veces la verdad. Mario, que habla a gritos o en susurros, asombra y estimula. Jesús Ramos le llamó "Puppy Free", Jordi Costa "pedagogo socrático", Gabi Martínez recordó "el niño que vive en un cuerpo de hombre". Otros le han llamado "campeón", porque aunque parezca mentira –todo en él parece mentira- ha sido campeón de Europa de taekwondo con los taekwondistas ¡del Prat! Perdón: "taekwondokas", un grupo en su momento (años ochenta y noventa) de élite, una especie de supermanes históricos. Luego Mario Torrecillas ha pasado por mil oficios (realizador de publicidad, guionista de cine, de cómic, de danza) y mil lugares. Me lo presentó Jesús Ramos en el cine Retiro, en el Festival de Sitges, justo antes de una película de Godard, cuando ejercía de crítico de cine. Una vez publicó una crítica de la adaptación que Víctor Erice nunca llegó a hacer de "El embrujo de Shangai", sobre el libro de Juan Marsé, que al final dirigió Trueba. Víctor Erice contó en un libro cómo habría hecho la película y Mario le hizo la crítica. Genial, exclamamos muchos, con todo lo que hace. Junto a unos colegas, acaba de llevar a cabo una demostración de poder con sus aliados naturales, los niños. Les ha puesto a contar historias y a dibujar. Y ha conseguido, literalmente, lo nunca visto: una serie de cortos distintos a todo, con argumentos políticamente incorrectos, técnicas nuevas y resultados apabullantes que te ponen a aplaudir. PDA, se llama el invento, Pequeños Dibujos Animados. (clic sobre la imagen y verás el blog de PDA) Hará historia. Por cierto, está a la venta. Y ahora unos vídeos...    Lo bueno de Mario Torrecillas es que en el futuro nos puede sorprender un montón de veces con lo más inesperado (¿guía de turistas por el interior de montañas neuróticas? ¿inventor del cine telepático? ¿presidente del mundo?). ¡¡¡Suerte!!!