martes, 5 de mayo de 2015

Julia Juániz o el montaje más artístico que técnico

JULIA JUÁNIZ, MONTADORA Y CINEASTA EXPERIMENTAL

Julia Juániz, nacida en Arellano (Navarra), con estudios de medicina y de fotografía, se dedica al cine desde 1986, primero como ayudante de montaje y después como montadora.

Julia Juániz es, además, documentalista y videocreadora. También fotógrafa (con exposiciones diversas en Corea o Moscú) y profesora de montaje en Barcelona (ESCAC), Madrid (Instituto de Cine) y Navarra (Universidad Pública).

Su trayectoria como montadora abarca un listado de más de cincuenta films. Puede destacarse su labor junto a Carlos Saura en uno de sus períodos más recientes con los largometrajes “Taxi” (1995), “Pajarico” (1996), “Tango” (1997), “Goya en Burdeos” (1999), “Buñuel y la Mesa del Rey Salomón" (2001), “Salomé” (2002), “El Séptimo Día” (2004), “Iberia” (2005), “Fados” (2007) y “Io, Don Giovanni” (2009). Para Daniel Calparsoro monta “Asfalto” (1999) y “Guerreros” (2002). Diversos largos para Rafael Gordon como “La reina Isabel en persona” (1998), “Bellos suicidios” (2011) o “Mussolini va a morir” (2012). Para Víctor Erice el cortometraje “Alumbramiento” (2002). “El coche de pedales” (2003) de Ramón Barea”. Para Ouka Lele el cortometraje “Pour Quoi” (2011). Entre los documentales, “El tiempo de Neville” (1991) de Javier Castro y Pedro Carvajal y “El cielo gira” (2004) documental de creación de Mercedes Álvarez.


cimamujerescineastas.es

El capítulo 12 del libro de Roger Crittenden “Fine Cuts. The Art of European Film Editing” (2008) está dedicado a Julia Juániz. Allí puede leerse que Juan Ignacio San Mateo (montador de Víctor Erice y Carlos Saura entre otros) ha sido una de sus mayores influencias. Destaca tres estilos distintos en su manera de montar poniendo como ejemplos “Goya” (1999) de Carlos Saura, “Guerreros” (2002) de Daniel Calparsoro y “Alumbramiento” (2002) de Víctor Erice.

Entre sus cortos, mediometrajes y videocreaciones pueden destacarse “Sigan felices” (1990), “Traintime” (1991), “El magnolio” (1997), “El vuelo de Dora Salazar” (2011), “El laberinto de Oteiza” (2012), “El grito de Guernica” (2013), “Discurso de Chaplin” (2014), “Colores” (2014) y “Camboya memoria” (2014).

En el 2014 la Galería La Neomudéjar de Madrid le dedica una exposición, “Ver con los ojos y el alma”, donde Juániz recrea un ambiente, sirviéndose de celuloide pintado y fotografías, en el que se proyectan sus cortos y videocreaciones. En la actualidad, desde el mes de abril del 2015, su exposición “Abrir mundos” puede verse hasta el 14 de mayo en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España en Madrid.

laneomudejar.com/julia-juaniz/


UN TEXTO DE JULIA JUÁNIZ

Julia Juániz respondió a tres preguntas para el libro “El montaje cinematográfico. Del guion a la pantalla”. A continuación, el texto íntegro de sus respuestas.

Como montadora ¿qué haces para mantener la mirada fresca delante de un montaje en el que has trabajado horas, días o meses?
  • El montaje cinematográfico es como la puesta a prueba de todas las posibilidades de la película. Cuando empiezo a trabajar en una película, me dejo guiar por el guion, la interpretación de los actores, las imágenes, los sonidos, mil cosas. Tengo una relación muy íntima con el material para hacer mi trabajo lo mejor posible. Todo lo que monto los primeros días tiene un ritmo, que sabes que es deficiente. Una vez montada una secuencia que me parece que está bien, la reúno con otras secuencias montadas por separado y el asunto toma otro cariz. Observo que ya puedo hacer cambios. Una vez terminado el primer montaje de la película, nos espera otro tipo de trabajo. Hay que saber colocarse en una postura crítica pues se piensa en la estructura de toda la película. A mí me gusta la concreción, el no tener miedo a cortar. Es decir narrar sin andarse por las ramas, ser concisa, ágil, para que la narración tenga más fuerza y se comprenda mejor.
  • Pero a veces nos pueden pasar diferentes problemas, podemos tener la sensación de que la historia no avanza, de que hay repeticiones inútiles y esto suele ser porque los trozos del plano no están en su lugar. Si tenemos la sensación de lentitud hay que saber ver si la causa está en el momento que lo notamos o acaso está en una parte anterior de la película.
  • Intento buscar el ritmo de la película. Que es uno de los problemas del montaje. Pensar ideas diferentes de construcción, cambiar secuencias de lugar. Siempre escucho lo que dice mi cabeza, mi corazón, para seguir un camino u otro. Pero tengo que probar cada idea que siento que es importante.
  • Siempre se vuelve al mismo principio: Concentración, reflexión y probar.
  • A partir de ahí cada película ha de responder a sus necesidades de expresión, y de esa forma llegaremos a su estructura. Todo requiere de la inspiración artística, el azar y la exactitud del técnico. Al final hay que tomar distancia y ver el conjunto y empezar de nuevo, es como escribir algo, voy corrigiendo poco a poco.
¿Cómo consigues ponerte en la piel del espectador que lo verá por primera vez?
  • Siempre se tiene una primera impresión, que en general es la adecuada. Cuando se miran las tomas diarias o cuando uno monta hay que conservar el recuerdo de todas las buenas y las malas impresiones. No debo olvidar nunca mis respuestas emocionales.
  • ¿Qué me hace sentir el plano cuando lo veo por primera vez? Hay que dejarse llevar por las propias emociones y tratar de conservarlas. Porque una se acostumbra a todo. Después de verlo unas cuantas veces, todo parece bueno.
  • Siempre debo pensar y preguntarme en relación al espectador: ¿Qué está pensando? ¿Qué está mirando el público? Ver el punto en el fotograma donde mira el público en cualquier instante y al hacer el montaje moverlo de forma interesante por la pantalla. Bien sea por la luz, miradas, etc.
  • Me gusta tratar el montaje en su pretensión de universalidad. Hacer más compresible el lenguaje cinematográfico para un mayor número de personas. Cuando una cuenta una historia, no cuenta solo una historia. Si no que cada espectador con su propia capacidad imaginativa entiende una historia.
¿Tienes algún sistema concreto o simplemente es cuestión de práctica o de voluntad?
  • Para mí la parte técnica me resulta muy fácil, no sé si es por experiencia o por intuición. Pero el trabajo del montaje es más artístico que técnico.
  • Para montar una película hay que tener opiniones y estar abierta al azar y que algo te inspire, poner tus gustos, tener determinación y tiempo. No me gusta que el director me cuente la forma que ha pensado para montar la secuencia. Prefiero montarla y luego hablar. El director va viendo mi trabajo y acepta o rechaza el enfoque que yo le voy dando. Como montadora creativa que soy, también me gusta dar mis ideas, de esta forma hay más posibilidades a la hora de montar. Para mí el director con talento utiliza estas oportunidades porque siempre puede hacer su idea.
  • Yo puedo trabajar con personas alrededor pero necesito momentos de soledad, para encontrar el camino adecuado en la película. Y justamente desde esa soledad es donde puedo aportarle al director después lo mejor de mí misma.
  • Muchas veces miro secuencias quitándole el sonido e imaginando otros sonidos. A veces los métodos de trabajo que he utilizado para las películas anteriores no me sirven para la siguiente.
  • Estoy siempre en el proceso de aprender, por eso me gusta experimentar con procedimientos nuevos. Me gusta mucho reeditar películas, cuando no funcionan o tienen problemas. Siempre que lo he hecho me parece fascinante. Cuando veo películas y hay algo que no me funciona, enseguida mentalmente intento cambiarlas para que funcionen y esto para mí es fácil.
  • Soy impulsiva, nunca apunto nada, siempre interiorizo todo y recuerdo todas las cosas. Mi cultura cinematográfica es muy selectiva e intensa. Pero el mayor secreto de esta profesión es el trabajo, el trabajo, el trabajo y también el amor y la imaginación.


El montaje cinematográfico: del guión a la pantalla

 

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