jueves, 24 de enero de 2008

Taller de guión: coincidencias con Blade Runner



No me referiré a una feliz coincidencia en el Verdi, en la que se pudo ver, en el mismo cartel anunciador del programa, el título de "Pactar con el gato" junto al de esta mítica película, que cumplió 25 años en el 2007, sino a lo siguiente:
En el guión clásico el protagonista es el motor de la acción. Seguimos en todo momento su trayectoria que es una lucha en la que vence obstáculos cada vez más difíciles, con lo que en el clímax del tercer acto llega a conseguir su objetivo si hay final feliz o bien, si el género es dramático o trágico, no consigue el objetivo principal por el que ha luchado.

Julia es en "Pactar..." el motor de la acción desde el principio: utiliza a su gata, consigue que David vaya a verla actuar, manipula a Aparisi, engaña a Sara y a todo el mundo, se sirve de su amiga Nuria y se queda sola con su tío bajo la lluvia. Pero hay un relevo en el timón de la acción: en el episodio de las filipinas fugitivas, en el bloque de final del segundo acto, es Aparisi quien toma el testigo. Es él quien descubre la gata en casa de los videoartistas, él quien roba a la gata, quien va a ver a David para pedirle favores, quien decide montar una acción heroica en las azoteas, quien cae herido, quien destruye la máquina de ruido, quien tiene un intercambio sexual con Alicia y quien, finalmente, decide abandonar a Julia.

Este cambio de conductor de la acción, o lo que es lo mismo, este cambio de protagonista, nos aleja del modelo clásico, donde tenemos a un único personaje que lucha de principio a fin.

La consecuencia natural puede traducirse en una posible desorientación del espectador en este bloque que va del final del segundo acto al final de la película. Como si de golpe, exagerando los efectos, la película fuera otra. Aunque por otro lado ocurre lo mismo, de forma aún más acusada, en el esquema del guión de "Blade runner" (1982), con guión de David Webb Peoples y Hampton Fancher basado en la novela de Philip K. Dick. En este film cada vez más clásico un personaje relevante pero secundario, Roy Batty, el replicante, se convierte en el motor de la acción a partir, también, del bloque de final del segundo acto, en el que asesina a su creador. Desde ese instante hasta el mismo clímax final, en el que obliga a Deckard a contemplar su agonía, el replicante es el protagonista.
(Extracto del texto del libro que publicará la editorial Octaedro sobre el guión de "Pactar con el gato").

No hay comentarios: